miércoles, 13 de abril de 2011
No creo que pueda aguantar una hora más esta ansiedad que me acosa. Menos, un día.Mis caprichos de nena de diez años gritan que te quieren acá y mi parte más madura y adulta dice que lo mejor es que no vengas. Soy una adicta no reconocida. Si vinieses a mí, con tus encantos, con tu cuerpo sobrellevándolos sin pudor ni resistencia no podría evitar quererte como quien quiere a una droga. Como quien no se cansa deprobarla, degustarla, amarla y odiarla al mismo tiempo. Debe ser por eso por lo que te tengo tanto aprecio, porque en vos encuentro mi salvación y la tuya. Y cuando nos encontremos, los dos sabemos muy bien que de droga vas a pasar a ser mi vida entera. Nada más peligroso que una persona necesite y dependa de otra persona. Amar ya sea de forma loca o como a quien le es indiferente, es más peligroso que ser suicida o adicto. A fin de cuentas, el amor quieras o no, siempre te mata de mil formas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)





No hay comentarios:
Publicar un comentario